Robert (no es su nombre real), es un zimbabuense gay que huyó a Sudáfrica con la esperanza de hacer de este país su hogar. En cambio, lo que encontró fue el abuso a manos de otros hombres homosexuales, la homofobia de los funcionarios del Departamento de Asuntos Internos y las dificultades para navegar la pandemia de Covid-19 como un trabajador sexual que vive en un país extranjero. En este cortometraje de Carl Collison, Robert habla con franqueza sobre la huida de su tierra natal, su vida en Sudáfrica y sus esperanzas para el futuro.